El poder de los medios de comunicación

 El gran poder de los medios de comunicación radica, en que los constituyen un sistema de persuasión, un sistema de educación continua que permea todo el ámbito de la sociedad, siendo capaz de cambiar los sistemas de valores y la apreciación de la gente.   Los cambios que nos proponen los medios tienen que ver con institucionalizar, socialmente los valores del sistema que promueven, y darnos una forma de apreciar la realidad que está determinada por estos valore, por lo que la mejor forma de dominación es hacer que los dominados vean el mundo en los ojos de los dominadores. La repetición sistemática de conceptos y valores transmitidos por los medios de comunicación como legítimos y valederos, va creando una nueva realidad que la sociedad receptora de esos medios va apreciando como la verdadera.  El mundo se convirtió hace años en la aldea global y los medios de comunicación se enfrentan a un nivel cada vez mayor de exigencia, pero son cada vez más poderosos.

Por eso, sus dirigentes deberían someterse a un auto control cada vez mayor  ya que se trata de uno de los grandes pilares de la democracia.

 En el video pude notar la gran incidencia y el poderío que ejercen los medios de comunicación en nuestro mundo actual, la influencia a la cual somete a sus receptores y las exigencias que demandan para estar sumergidos en el interés y las circunstancia para poder atender a todos los pormenores para así permitirnos satisfacer las necesidades y labores que sin un buen medio de comunicación nos serían, sino imposibles, muy difíciles de resolver.

  En definitiva, nuestra sociedad posee un arma sumamente poderosa para hacer frente a los nuevos retos: El impresionante desarrollo de la comunicación, que ya a apuntado hacia arriba, pero cualquier experto reconoce que posiblemente todavía no haya dado de sï esas infinitas posibilidades con las que nos puede llegar a sorprender en un inmediato futuro, porque lo que hoy nos parece extraordinario, en razón de comunicacion, mañana nos sera tosco y obsoleto.